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17 Por eso, Dios nuestro, cumple las promesas que le hiciste a mi padre.

18 »Dios mío, ni el cielo ni la tierra son suficientes para ti, mucho menos esta casa que te he construido. 19-21 Pero de todos modos te pido que escuches mi oración: Cuida de esta casa de día y de noche, pues tú mismo has dicho que vivirás en ella. Cuando estemos lejos de Jerusalén y oremos en dirección a tu templo, escucha desde el cielo nuestras oraciones, y perdónanos.

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